martes, 23 de abril de 2013

Obligados a TRABAJAR GRATIS


Hoy he vivido algo que de veras no pensé viviría. He recibido una llamada en la empresa que trabajo, un chico que había terminado la carrera y se ofrecía para trabajar gratis, le daba igual que no hubiera un proceso de selección abierto, SÓLO QUERÍA TRABAJAR, coger experiencia, probablemente para no quedar en esa cartera de trabajadores olvidados, con y sin andadura laboral.

Sentí pena, parecía muy joven, y entiendo su impotencia por haber estudiado años y ahora ni siquiera tener la oportunidad de intentarlo, de aprender, de descubrir si le gusta, porque tantas veces se estudia algo que luego no nos gusta.

Me planteo si todos escribiéramos acerca de la historia real, la que provoca impotencia, dolor, desesperación, desilusión, la que no hemos provocado nosotros sino OTROS, LOS QUE VIVEN BIEN A NUESTRA COSTA, pero la sufrimos mientras ellos siguen con su buena vida, sin usamos las redes sociales, los blogs, cualquier medio 100% neutro, sin presión política ni obligación de posicionar la noticia a favor de la cadena en la que trabajas, si lo contamos todos directamente, qué sucedería?

Intentemos contar cada día lo que hemos escuchado o visto, quizás en una de esas se den cuenta de lo que están haciendo en contra de personas a las que dejan sin ilusión, sin fuerzas ni ánimos para pensar que todo pasará.

Usemos las redes para mostrar lo que vemos.

Nos leemos

jueves, 18 de abril de 2013

Ver el tiempo pasar o disfrutar pasando


Ya sabéis, soy una aprendiza de redes sociales y mundo 2.0. y cada día les saco más partido.

Últimamente veo a través de ellas miles de avances de gente, a nivel personal, y profesional, me alucina poder saber así a través de ellos, me fascina ver bebés de gente con la que creaba sueños a los 20 años, y ver como algunos de esos sueños se están haciendo realidad, y no me queda otro, pienso en los míos. 

La crisis, esa palabra que ya está desgastada de tanto decirla, aunque siga siendo una realidad de nuestros tiempos, la de los sueños perdidos, y las generaciones perdidas, hace que a veces desesperes, y pierdas el tiempo, ese tiempo que deberías disfrutar al máximo porque nunca sabes de antemano cuando va a acabar. Que el horizonte vaya a su ritmo, aunque tu hayas perdido ese norte que siempre quisiste seguir, quise hacer cosas más grandes, no con sueldos millonarios, si no con recompensas emocionantes, como una sonrisa que saliera en tu rostro sin ser premeditada, simplemente por la satisfacción del trabajo bien hecho, porque te lo curraste, y porque siempre supiste, en el fondo y a pesar de los momentos de inseguridad, que saldría bien.

La sensación de no estar llegando a lo que ansío, y siempre desee, me embarga muchas veces, demasiadas (aunque ... ¿realmente no sé si es malo que sean demasiadas?) en los últimos tiempos, cuando veo a gente que quiero descubriendo tierras lejanas, pudiendo realizar proyectos que le hacen feliz, no hablo de los inmigrantes obligados, que quizás con el tiempo son felices en su rutina no deseada en otro país, hablo de la gente que simplemente sigue sus sueños, y a veces hasta no hace falta que emigren, pero los siguen, y yo amigos perdí esos sueños en algún momento de la monotonía de la oficina. Si me leéis y os sentís igual, coged aire, e intentar daros un día de reflexión, un día para vosotros, no para la pareja, ni para la familia, uno para vosotros, y un libro, unos rayos de sol iluminándoos, y permitiéndoos así sentir lo que de verdad olvidasteis, la ilusión de llegar a lo que os estaba escrito aunque a veces se borre un poco.

Nos leemos, y espero ... soleados!