Hace poco una compañera de trabajo me dijo que su peor día de la semana era el martes, imagino que motivada por el optimismo máximo, porque un lunes, siempre es un lunes ... Como hoy, pero hoy mi día cambió, tan sólo por una conversación por whatsapp con uno de esos deditos de mi mano favorita, la de los amigos que mejoran tu existencia, y sí por whatsapp porque a veces las distancias y la falta de tecnología punta hacen que esa sea la opción de apoyo, quién me iba a decir a mí que llegué tarde a este mundo on line que el whatsapp me parecería lo más e incluso me emocionaría tras usar sus grabaciones de audio para escuchar de viva voz sus andanzas londinenses.
Sin más, simplemente, disfrutemos esos lunes, sonriamos y cuando no nos salga la sonrisa hagamos que nos la saquen!
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